Aviso Importante

Los hechos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia

martes, 29 de abril de 2008

Los afectos y los "Por qué"

A unos días de encarar un nuevo desafío en lo que involucra a mi salud ( no es nada grave pero si de cierta seriedad) nada indica que algo debería salir mal. Igualmente creo que en estos momentos es cuando en soledad empezamos a ver hacia atrás y sacar algunas conclusiones o al menos lo intentamos sobre distintas cosas. En mi caso me puse a pensar en los afectos que están involucrados en mi vida.
En mi caso el espectro abarco desde mis padres hasta mis hijos y todas las hermosas personas que forman parte de mi existencia.
Viendo la evolución de los afectos y porque no llamarlos también amores se me ocurrieron varias preguntas que trato de resolver, lo magnífico de esto es que a veces la respuesta esta en lo racional o lo que debería ser, pero a veces cuando mezclamos los sentimientos con lo racional la respuesta es tremendamente desafiante y quizás eso sea lo que hace tan maravillosa, tortuosa y tormentosa la vida.
Algunos de los planteos fueron:
Si amo a mis hijos, ¿Por qué ahora que son grandes y no viven conmigo no los extraño tanto? o ¿Será porque los medios de comunicación nos mantienen informados de lo que hacemos? o ¿la distancia en que vivimos es corta por lo tanto internamente sabemos que nos podemos ver cuando quisiéramos? Y si es así ¿Por qué hay veces en que necesito verlos y tocarlos y me contraría que no podamos porque ellos tienen sus planes y debo esperar?, en fin se que los amo, estoy orgulloso de ellos y sé que a pesar de sus fallas , muchas veces porque son jóvenes todavía o porque no supe darle señales claras ( eso también existe y en gran cantidad), les tengo una confianza ciega en que van a salir adelante.
En cuanto a mis afectos personales, ¿Por qué no siento nostalgia de recuerdos agradables?; ¿Por qué no puedo olvidar a pesar de la nostalgia?; ¿Por qué no quiero entregarme como antes?; ¿Por qué los afectos perdidos me provocan una sonrisa?; ¿Por qué la esperanza no se pierde ante las pérdidas?, ¿Por qué no lloré cuando murió si me dio la vida?, y tantos otros “Por qué” a resolver.
Será que no todos los “Por qué” tienen respuesta o más bien son tantas las respuestas para un mismo “Por qué” que son indescifrables, solo se me ocurre este poema:


Miro la luna y pregunto por que?,
si fuimos capaces de crear vida,
no fuimos capaces de compartir nuestra sed.

Miro el horizonte y pregunto por qué?,
corríamos en el parque detrás de una pelota,
hoy nos vemos de vez en cuando en el café.

Miro detrás de mis ojos y pregunto por qué?,
el universo nos se apiada y nos separa,
no entendemos que pasa y perdimos la fe.

Miro dentro de mi corazón y pregunto por qué?,
lo siento callado y mustio como una sepultura,
quizás algún día comience a renacer.

miércoles, 16 de abril de 2008

Elementos

A veces nos sentimos manejados por distintos elementos que no podemos dominar, tratamos de manipular nuestros pensamientos en un vano intento de dominar nuestros sentimientos, por momentos tenemos la ilusión de hacerlo, nos convencemos de ello, somos hojas que giran al compas del viento mostrando nuestras caras y contracaras, marcando los ciclos de nuestra existencia, pensando en esto nacieron estas estrofas:

Como las olas en su revoltoso trajinar,
la vida arrastra nuestras marcas como la arena,
los momentos se esfuman como espuma en el mar,
mientras el caminante trata de sanar su pena.

El fuego consume sin piedad el tronco muerto,
el rojo de las brasas da una ilusión de vida,
aunque el devenir del tiempo confirma lo cierto,
nada es perenne y hasta Dios del alma se olvida.

El viento pule la piel del peregrino,
el frio húmedo penetra en los sentidos,
el pensamiento va de lo maldito a lo divino,
y al final del camino solo encuentra cuerpos partidos.

domingo, 6 de abril de 2008

Solitario

El frío revienta en sus pulmones mientras una fina brisa enaltece el verde del bosque. En lo alto de las copas el celeste majestuoso del cielo, anuncia la llegada de la luz que brinda el sol. Seis gaviotas en ordenada formación se dirigen al mar en busca del sustento diario, mientras entumecidos pescadores, con sus cañas como estandartes, dedican su saludo en cómplice sonrisa.
En el horizonte los azules se mezclan, uno cálido como la fuerza del sol, el otro salado como la esencia del mar, simbolizan la unión turbulenta entre lo femenino y masculino, lo celestial y lo terreno, en fin, la amalgama de la vida.
Ya en la orilla respira profundo, a su paso la línea del infinito se esfuma junto a sus sueños y una lágrima se confunde con la espuma de las olas.