Aviso Importante

Los hechos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia

viernes, 30 de noviembre de 2007

Poema Maldito II

Dicen que el crimen no paga,
en verdad da suculentas ganancias,
mientras el decente suda y se empalaga,
los verdaderos cerebros compran las estancias.

Lucran con la muerte y la pobreza,
tiran migajas a las clases conformistas,
que ven la indigencia como una rareza,
no es para tanto no seamos alarmistas.

El pastel es tan inmenso que parece inacabale,
vender el alma al diablo por una porción,
en la actualidad cualquier pecado es lavable,
y cuando esta tierra se agote buscar otra nación.

A quien le importa el destino de los pueblos,
que se arreglen como puedan en sus desatinos,
la clave es estar gozando en los establos,
mientras se queman de los justos sus destinos.

Hacer de este mundo algo banal,
sacar a la luz todo vicio oculto,
bañarse sin pudor en el lodazal,
rendir al dinero y la apariencia culto.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Poema Maldito I

Que el viento se convierta en daga,
y penetre entre los riñones de la esperanza,
y de la humanidad convierta la saga,
en una alquimia de desamor y añoranza.

Saetas de fuego quemen la tierra promisoria,
los mares se evaporen en nubes de sal y escamas,
los corazones secos sean enterrados con la escoria,
mientras los imbéciles recitan sus proclamas.

Sea el fin de la falsa y maloliente piedad,
esclavos de nuestro destino deseamos un puerto,
en la búsqueda de una inexistente libertad,
navegando por un mundo que esta muerto.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Corrosivo...

Endurecidas las paredes del corazón,
por rayos de furia y olas de azúcar ,
fundidas en agridulce caramelo,
atrapando los restos que quedan de emoción.

Ver al niño mendigando ya no nos causa acoso,
sentimos que debe aceptar su fin anunciado,
que es encontrar la paz en manos de la muerte,
su vida vale la de un perro, un expediente más en reposo.

El oscuro amanecer de esta amarga primavera,
dónde todas las flores parecen grises y oxidadas,
señala el momento de exfoliar nuestra alma,
desnudar su helado esqueleto de hierro y la mirada mortífera.

Es tiempo de dejarse llevar por el deseo,
como ríos de alcohol cortando nuestras venas,
satisfacemos nuestra lujuria al son de una canción romántica,
sin pensar enviamos nuestros sentimientos de paseo.

Ante el tibio cristal del televisor, que imagen más vulgar,
esbozar una sonrisa por los muertos de la guerra,
comentando con admiración la precisión del tirador,
mientras suena un rock and roll en algún lugar.

Y al terminar el día forzar de olvido nuestra mente, sin dar gracias,
arrancar las imágenes de nuestros ojos, sumergirnos en la ceguera,
pedir al demonio la llegada de la parca para terminar con este hastío,
ya que las llamas del infierno te parecerán caricias.