Cristales filosos fluyen en mis entrañas,
su camino se abre con trabajo destructivo,
algo me dice que camine es imperativo,
me suena tan lejos ya no me engañas.
Besando el silencio de la oscuridad,
ruego a los poderes del infierno,
que me lleven al ansiado averno,
y quiebren mis venas sin piedad.
En la caída por las laderas espinosas,
mi carne sea rasgada como el papel,
y cuando este preparado a cruzar el dintel,
mi corazón sea apresado con gélidas esposas.
No esperen de mi actos bondadosos,
no pidan risas, cantos ni gestos amables,
mis brazos ya no reciben con tibieza agradable,
que la muerte tome mis restos andrajosos.
2 comentarios:
Heavy Señor, que le parece acopañado de metal music?.
Abrazos de bicho
Ahora en serio, ¿cuantas veces nos hemos sentido así en el devenir de nuestras vidas?
Un abrazo grandotote desde el sur
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