Saetas magistrales surcan tu alma,
llegan cargadas de energía sobrenatural,
dibujan los sentidos en carnavalesco mural,
sonrisas y lagrimas por una hazaña calma.
Noches de insomnio y de llantos,
dramas fugaces y llamados aprisa,
solo vuelve la paz cuando se enciende su sonrisa,
concilias el sueño, escuchando sus cantos.
Esperas que todo su mundo cuadre,
como te mira, como se mueve,
si se distrae cuando ve como llueve,
te emocionas con el primer ¡mamá!, a su madre.
2 comentarios:
Hermoso poema, imagino a una madre enamorada de su niñito creciendo.... Besossss desde esta húmeda mañana de guillón.
HOLA , QUE LINDO VIAJE VIRTUALMENTE A ..MONTE GRANDE,,,,,,,,,,,,y te hallé....lei tus escritos FELICITACIONES
Publicar un comentario