Cuando nos quedamos solos, en la oscuridad, ensimismados en
nuestros pensamientos, haciendo el balance del día, cuantas imágenes, hechos e
ideas se nos cruzan en ese lapso antes de cerrar los ojos para iniciar el
camino a un nuevo día.
No todos los días
son iguales, hay algunos en que las circunstancias eventuales de los momentos
vividos, nos impiden llegar al tan ansiado descanso, ya sea por errores u
omisiones nos sentimos en falta, con culpa, también, las preocupaciones no nos dejan conciliar el sueño, es normal, somos
humanos, somos frágiles ante las presiones, las enfermedades, las circunstancias de terceros, las propias,
es la vida y tratamos siempre de honrarla
de la mejor manera posible, hacemos lo que podemos y a veces no salen
las cosas como queríamos, por lo que incurrimos en falsedades, excusas y
justificaciones, en cierta manera bastardeamos el hecho con esas acciones, es
algo que llevamos dentro, no hay persona que no lo haya hecho en algún momento
de su vida, está en nuestra naturaleza, en nuestro sentido de supervivencia
emocional.
“Bastardear la Vida”,
suena fuerte, pero también es verdad, hay seres que con su actitud sistemática,
bastardean la vida. Está en su esencia, no van a cambiar, no se van a
arrepentir, pero en el momento de apoyar la cabeza en la compañera de todas las
noches, el sueño se va y deja al desvelo para cobrar las facturas diarias, el
deshonor, el desamor, la vileza, la deslealtad.. y muchas más, pero estos temas
son para otras conversaciones silenciosas, dejo paso a la somnolencia que me
lleva...
4 comentarios:
Querido amigo: Justo ahora que comienza un nuevo año debemos tener confianza en que... si no mejor, nuestro mundo seguirá repleto de instantes de luz. Te deseo muchas horas de luz...
Un abrazo.
Gracias por volver Tu escrito tiene el sabor de alguien que sabe escribir sus situaciones
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Un abrazo
El insomnio produce fantasmas que te atormentan. Menos mal que al amanecer desaparecen.
Me gustó tu escrito.
Un abrazo.
Intento quitarme todas las preocupaciones posibles.
Al final comprendí que la paz interior es lo más valioso del mundo.
Y eso me permite dormir y vivir sin apenas estrés...
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