Con solo la línea punteada como guía, llevando como única compañía las espectrales formas de los árboles que mutan entre ángeles y dragones al compás de la eléctrica sinfonía de rayos y truenos, los sentidos, se encuentran concentrados en la lucha entre las gotas de agua tratando de penetrar el muro de vidrio convertido en campo de batalla, mientras el sonido monótono de las escobillas indica el cambio de escenario en la desigual lucha, los rayos de las luces se funden con las líneas imaginarias trazadas por los ojos.
En un impulso incontrolable el pie se pega sin remedio contra el piso, las sombras vuelan alrededor, la oscuridad domina el ambiente, la adrenalina corre sin control y esa luz, esa luz…..
La lluvia se desliza por las mejillas, no alcanza a limpiar el barro.
11 comentarios:
Profundas y melancólicas letras...
aun que la lluvia a veces ayuda a meditar así sea una constante lucha entre la realidad y nuestro interior dramatismo.
Caricias en tu alma.
Precioso esto, Señor...
Tiene una nostalgia que invade.
Un besito!
Tus palabras me tranquilizan, no se el visualizar la imagen de tu relato me hace sentir la tierra mojada y eso me da paz.
Un abrazo
Un microcuento con todos los componentes para mantener la atención, noche de tormenta en la carretera, donde por más qe el conductor se mantiene atento, termina encandilado perdiendo el control y ya sin vida vuelve a la tierra adonde todos pertenecemos. No niego que sentí un escalofrío, excelente relato, hace trabajar la imaginación del lector.
Un abrazo desde mi sur.
Cuando la mirada se nubla por el llanto...
Pasa, todo pasa...
:)
Un abrazo!
fue una tormenta de alcance internacional. llegó a la pantalla de mi casa. tanto estruendo remece el alma...seguimos vivos!.
¿conoces de algun amor que nunca se haya trizado?
un abrazo
Cuanta nostalgia hay en tus palabras. Y que cierto es que la lluvia, aun cuando corre por las mejillas no alcanza a limpiar el barro. Alguna vez, desee la muerte. Hoy lo recuerdo leyendo tus versos. Abrazo, beso y cuidate.
El final me derrotó.
El texto es magnífico, pero ese final es apoteósico.
Un fuerte abrazo.
La tristeza aligera el perdón.
Besitos Sr de M. G.
Gracias por estar siempre.
Cuidate mucho.
Paso a saludar en espera de tus letras.
Un abrazo
Una descripción fantástica del camino mientras el conductor trata de escudriñar las sombras. Todo se entremezcla en esa inquietud del paisaje que no reconocemos, como nuestros miedos.
Esto da para un cuento más largo. Hermosas letras. Beso
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